Era muy dulce y me la quería un montón.
Era una hurona siamés (champagne), jugaba machismo, y no se cansaba nunca era muy cariñosa a la vez pero prefería jugar antes que estar en los brazos, le encantaba morder mi zapatilla, y romper todas las pelotas que le daba.
Murió por el típico problema hormonal que tienen las hembras, (explicación en la próxima entrada ).
Que mona era la Caula (Que no Kaula). Pobrissona...
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